Las antiguas escuelas de Solvay en Barreda, cedidas en 1998 al Ayuntamiento de Torrelavega, se encuentran, según indican los técnicos municipales, en un avanzado estado de deterioro. Su rehabilitación supondría una inversión de 300.000 euros que no parece que pueda asumir el consistorio, por lo que pretende rescindir el convenio suscrito con la empresa química.
En este estado de la cuestión parece que el futuro de este interesante elemento de nuestro patrimonio industrial se presenta al menos incierto, con muchas posibilidades de que su deterioro continúe.
Esperamos que en breve plazo esta situación se pueda revertir.
Los técnicos del Ayuntamiento de Torrelavega ha propuesto rescindir el convenio suscrito con la empresa Solvay en 1998 para la cesión de las antiguas escuelas de Barreda, en vista de que el estado de deterioro del inmueble requiere invertir más de 300.000 euros para que se pueda utilizar.
Este anuncio ha sido realizado por la alcaldesa de Torrelavega, Lidia Ruiz Salmón (PSOE), quien ha avanzado que presentará el estudio a los grupos para, de forma consensuada, adoptar «una decisión política» al respecto de la rescisión del acuerdo o sobre la ejecución de las inversiones que sean necesarias.
Los técnicos estiman que el inmueble no es adecuado en las condiciones actuales para realizar actividades o acoger un «laboratorio cultural» donde dar cabida a diferentes expresiones creativas, según la propuesta presentada en el Ayuntamiento hace varios meses por el colectivo de artistas de Torrelavega .
Así, se alerta de la necesidad de acometer obras integrales en los 990 metros cuadrados de cubierta a fin de reparar los producidos en los últimos años, además de acometer intervenciones en diversas partes constructivas y en la estructura del edifico para garantizar la seguridad de las personas que pudieran haber en su interior.
Las antiguas escuelas de Solvay en Barreda fueron cedidas en usufructo en 1998 al Ayuntamiento por un periodo de 30 años, cesión condicionada a la realización de actividades culturales en el inmueble.
El Ayuntamiento ubicó en este edifico parte del archivo y la hemeroteca municipal, así como el almacenamiento de diversa documentación procedente del Ayuntamiento y de la Policía Local hasta su traslado a la actual sede de estos servicios.
Ante la falta de uso de las instalaciones, el colectivo Cultura sin Techo propuso la puesta en marcha de un «laboratorio cultural» o espacio polivalente que pudiera ser autogestionado por los propios artistas o cogestionado con el Ayuntamiento, pero siempre con la idea de convertir el edificio, ahora sin uso, en un «centro público cultural de referencia» para el municipio.
Cultura sin Techo agrupa a casi una veintena de grupos de música, dos compañías de danza y teatro, un colectivo de fomento del «skate», «Dj’s», fotógrafos, artistas plásticos e, incluso, un grupo de agricultura urbana y ecológica.
Para el desarrollo del proyecto de centro de referencia a medio y largo plazo, Cultura sin Techo ha propuesto al Ayuntamiento la firma de un primer convenio a cinco años vista como mínimo, pudiéndose renovar posteriormente a otros 10 años, con el fin de llevar a cabo las mejoras necesarias en el edifico y comenzar con la programación.
La propuesta incluye también el compromiso de elaborar un programa de dinamización del centro con un plan anual de eventos, la búsqueda de cofinanciación del mismo, el fomento de actividades de encuentro entre artistas y usuarios, e incluso disponer de un área de radio para realizar espacios en directo y vía ‘podcast’.
Tras el informe de los técnicos contrarios al uso de las antiguas escuelas de Solvay, la alcaldesa y el colectivo Cultura sin Techo se reunirán esta semana para analizar la situación y las posibilidades de ejecutar el proyecto de «laboratorio cultural».